viernes, 27 de agosto de 2010
Las armas y otros artefactos en la Ciencia Ficción(Parte I)
Este articulillo,sacado de la red,lo puse hace mucho tiempo en la vieja Biblioteca Negra y la verdad es que una chulada. Puede serviros de inspiración como sirvió a los de la GW o serviros como una mini guia de libros de ciencia ficcion que podéis buscar y leer si tanto "Por el Emperador!!" o "Sangre para el dios de la Sangre!" os satura ya un poco.Así,hasta que se me pase el dolor de cabeza que tengo desde el golpe del domingo y que no se me va del todo,podre poneros mas cosas interesantes en el blog.
ARMAS Y GUERREROS
Una de las constantes de la humanidad es la guerra. Como bien decía A. C. Clarke "desde el hacha de piedra hasta el cohete teledirigido es increíble lo mucho que ha progresado la técnica... y lo poco que han variado las intenciones". La ciencia ficción, por supuesto, no es ajena a esta tendencia y muchos cuentos y novelas del genero están repletos de sofisticadas armas y sistemas de armamento. Vamos a echar un breve vistazo a los más interesantes.
Armas de radiación y armas de partículas
Hubo una época en que hablar de ciencia ficción estaba casi indisolublemente unido, en la mente de muchos, a los hombrecillos verdes... y a las pistolas de rayos. En efecto, desde La guerra de los mundos de Wells, las variantes de las pistolas de rayos tienden a infinito. En si misma, el arma de Wells es sorprendentemente premonitoria: un proyector que genera un invisible rayo de calor capaz de calcinar todo lo que se ponga a su alcance. Invisible, letal, sofisticada... buena parte del genero "pulp" adopto este arma casi como emblema y como tal permaneció inalterado durante décadas. Conforme avanzaba la tecnología, se le iban incorporando diferentes modificaciones: con el desarrollo de la energía nuclear, el arma "térmica" paso a convertirse en una pistola desintegradora, capaz de reducir la materia a sus átomos primigenios. Una evolución paralela es la de las armas de partículas, capaces de expulsar letales chorros de partículas atómicas dispuestas a achicharrar cualquier cosa que se les ponga por delante. Incluso se desarrollaron armas que funcionaban por energía solar, como la que aparece en el magnifico relato “Algo Verde”, de Fredric Brown. Pero hubo que esperar hasta el advenimiento del láser para que las armas de "rayos" tuviesen un cierto grado de verosimilitud practica. Desde entonces, las armas de luz se han convertido en las reinas del cotarro: los láseres de diferentes pelajes se han convertido en el armamento estándar de las tropas del futuro, compartiendo su trono con las sempiternas armas de partículas como los blasters de La guerra de las galaxias o los phasers de Star Trek.
En esta línea una batalla especialmente interesante es la batalla del Pico, descrita en la novela de A. C. Clarke Claro de Tierra. En la misma se narra un combate entre 3 naves y una base fija, utilizando diferentes sistemas de armamento: haces ionicos (focalizables mediante campos electromagnéticos) y rayos de energía principalmente, aunque también se emplean misiles nucleares. Los rayos son invisibles, pero solo hasta que los impactos comienzan a fundir la superficie lunar y el gas desprendido los hace brillar. El relato es impecable, y el arma secreta utilizada por la fortaleza sumamente original: un chorro de materia incandescente extraído del núcleo del planeta y contra el cual las naves carecen de defensa: un claro precursor de las armas de plasma. ¿Cuándo empezó a escribirse este relato?. 1941... toda una proeza de anticipación, para el que era, indiscutiblemente, un maestro del genero.
¿Cuales son las tendencias a las que apunta el "mercado" de las armas de energía?. Siguen un poco el ritmo de los tiempos. Por ejemplo, en El aprendiz de guerrero y el resto de la serie de Miles Vorkosigan, el arma pesada básica es el arco de plasma. En La guerra interminable aparece un cañón de taquiones, que puede resultar un arma increíblemente destructiva: los taquiones viajan por encima de la velocidad de la luz, pero al frenar, su energía tiende exponencialmente a infinito: un impacto de una de estas armas puede generar un agujero bastante desagradable. En general, la literatura tiende a seguir un poco el desarrollo de la tecnología: ¿que se desarrolla la física del plasma para temas de fusión nuclear?: se incluye el plasma como arma. ¿La antimateria esta de moda?. Se crea un cañón de antimateria como el que aparece en la novela Edén de Stanislaw Lem y punto. Al paso que va la técnica, es evidente que el campo de las armas de energía no ni muchísimo menos agotado.
Las armas de proyectiles
Parece mentira que un sistema de armamento como las armas de proyectiles, que llevan utilizándose en este planeta durante diez o veinte mil años este tan descuidado por el genero, pero es así. Parece existir un tabú contra el empleo de las armas de fuego en la ciencia ficción, y los pocos autores que las nombran lo hacen como un sistema de armamento desfasado y propio de pueblos primitivos. Por eso resulta chocante una película como Aliens, en las que el armamento de la infantería de marina espacial es básicamente una evolución sofisticada, dotada de diferentes controles electrónicos, de las armas de fuego de hoy en día. No utilizan cartucho, son ligeras, con una gran potencia de fuego... y siguen siendo eficaces, aun frente a las negras pesadillas de los Aliens. Por cierto, en la versión "extendida" de esta misma película aparece una especie de ametralladora de tiro rápido controlada por un sensor de presencia: el antecedente inmediato de este arma esta en el relato Los hombres paradójicos, de Charles Harness. La película Pitch Black también hace un chocante empleo de armas de fuego clásicas en un entorno futurista.
Otro arma de proyectiles sumamente interesante y mas encuadrada, sin duda, en el mundo de la ciencia ficción, es el rifle de agujas, desarrollado por Gordon R. Dickson en Dorsai y el resto de novelas del ciclo del mismo nombre. En el mundo de Dorsai las armas químicas y de radiación se pueden manipular remotamente inutilizandolas. La respuesta es el rifle de muelle, con un cargador de cinco mil agujas metálicas: ligero, preciso y mortal. El rifle de agujas no basa su eficacia en un impacto de energía cinética, como un arma de proyectiles, sino en el binomio formado por el poder de penetración de la aguja (una flecha con cabeza monomolecular y filos cortantes volando a velocidad supersónica, por ejemplo) y el número de proyectiles por ráfaga. Otra novela en la que también aparece el arma de agujas es El efecto practica, de David Brin: una pequeña pistola que saca astillas metálicas de un bloque a gran velocidad. Asimov también ha utilizado en alguna de sus obras pistolas de este tipo y en la saga de Miles Vorkosigan de Lois McMaster Bujold aparecen una mortíferas granadas de agujas que se basan en el mismo principio.
Un relato en el que se hace un estudio intensivo de las armas de proyectiles aplicadas a una batalla espacial es “Rosa Araña”, de Bruce Sterling. En este magnifico cuento aparecen cañones magnéticos (semejantes al cañón de plasma de aluminio desarrollado para la SDI), proyectiles que al perforar una nave liberan una sustancia neurotóxica en su interior, una nube de cobre vaporizado para destruir los sensores de las naves atacantes y proyectiles dotados de cabezas nucleares para la generación de EMP. Otro relato en el que aparece un fusil electromagnético es “La maquina de Pymblikot”, de Daniel Mares, en la que aparece un arma de proyectiles propulsados por una fuente de energía eléctrica recargable.
Renglón aparte en el tema de las armas de proyectiles merecen las armas relativistas. Son armas de energía cinética. Solo que moviéndose cerca de la velocidad de la luz, cualquier masa, por pequeña que sea, se convierte en un arma formidable. Por ejemplo, en el ciclo de Tschai, el planeta de la aventura, Jack Vance describe la existencia del lanzaarena, un arma que dispara arena… pero prácticamente a la velocidad de la luz, lo que la convierte en una herramienta terriblemente destructiva.
Otra característica de este tipo de armas es su indetectabilidad: si nuestro sistema de deteccion se basa en el radar, un objeto que se mueva a la velocidad de la luz llegara a su destino casi al mismo tiempo que las ondas que delatan su presencia. Esto las convierte en un sistema prácticamente a salvo de cualquier tipo de contramedidas. En La guerra interminable de Haldeman se describe una forma de este tipo de armamento, así como en la saga de Chanur, de J.C. Cherryh: en este caso, la energía cinética del proyectil era cedida por la propia nave al decelerar después de abandonar la velocidad de la luz. Otro ejemplo de armamento relativista, este de tipo defensivo, aparece en la novela Marea Estelar, de David Brin. En un momento dado, la nave ‘Striker’ se deshace de agua moviéndose a velocidades relativistas... lo que da lugar a una eficaz pantalla de partículas en expansión volando casi a la velocidad de la luz y capaces de vérselas con cualquier tipo de perseguidor que se encuentre dentro de su cono de apertura.
No puede dejar de citarse en un estudio de este tipo los misiles y el resto de armas autopropulsadas. Dotados de todo tipo de cabezas de combate, los misiles son una constante en la literatura del genero... y en las películas, por cierto: tanto en La guerra de las galaxias, donde se utiliza un torpedo de protones para destruir la Estrella de la Muerte como en Star Trek (por ejemplo en Ese país desconocido), los torpedos son parte fundamental del armamento de cualquier nave espacial. Otros cuento en el que los misiles y sus cabezas de combate juegan un papel fundamental es “Superioridad” de Clarke, y sobre todo el magnifico relato "Pájaros Lentos", de Ian Watson, en el que unas armas procedentes de una guerra entre dos civilizaciones de otra dimensión y otro tiempo amenazan convertir a la Tierra en un campo de cráteres vitrificados.
Una variante muy interesante de misil es el cazador buscador antipersonal. En La guerra de la Paz, de Vernon Vinge aparece un proyectil disparado por un arma tipo fusil, capaz de dar siempre en el blanco. En la película Runaway aparece también un proyectil tipo bala que una vez enganchado es capaz de dar la vuelta a las esquinas detrás de su objetivo. Y en Dune se utiliza un pequeñísimo misil armado con una aguja envenenada y dotado de un sensor de movimiento para atentar contra la vida de Paul Atreides...
En cuanto a las cabezas de combate, la palma de la espectacularidad se la llevan, sin dudas las armas nucleares. Sin embargo, la literatura no deja de aportar curiosas variantes: por ejemplo, Heinlein propone en Tropas del espacio la existencia de la llamada "Bomba Nova", capaz de destruir todo un planeta. Este mismo tipo de bomba revientaplanetas aparece también en Los creadores de Dios, donde un peculiar cuerpo destinado a evitar la aparición de la guerra en la galaxia no duda en utilizar este expeditivo recurso para conseguir sus objetivos.
En Star Trek: en busca de Spock se muestra como el proyecto "Génesis" un experimento para llevar la vida a mundos yermos e inhóspitos, puede ser susceptible de convertirse en un arma terrible de destrucción masiva mientras que en La nueva generación se desarrolla un arma capaz de hacer estallar determinados tipos de soles. En efecto, convirtiendo un sol en nova no solamente se pueden destruir de un golpe todos los planetas del sistema solar afectado sino también esterilizar los sistemas solares de los alrededores. En la novela El calculo de Dios, de Robert J. Sawyer, aparece una peculiar civilización extraterrestre que no duda en recurrir a este expeditivo recurso para garantizar la inexistencia de intromisiones en su futuro. En El mundo al final del tiempo, de Pohl, una raza de seres que vive en el núcleo de las estrellas se dedican a exterminarse los unos a los otros haciendo explotar a los soles en los que habitan… lo que produce interesantes efectos secundarios entre los humanos que habitan los sistemas próximos a esos soles. Y en Tragedia en el Dark Star, de Alan Dean Foster, también utiliza superarmas inteligentes para hacer desaparecer planetas y soles inestables. Los problemas surgen cuando una de estas bombas inteligentes decide de motu propio estallar… sin haber llegado a su destino.
Por ultimo, para cerrar el campo de las armas de proyectiles mencionar uno de los mas "originales" jamas utilizados: las simples piedras. En efecto, un meteorito del tamaño de los que aparecen en Armaggedon o Deep Impact resulta un arma formidable: con una energía de impacto comparable a la de un arma relativista, difíciles de detectar dependiendo de la órbita de inserción, casi imposibles de detener, económicos y absolutamente destructivos: el arma perfecta, capaz de aniquilar toda la biosfera de un planeta. Aparte de las películas mencionadas, el meteorito como arma se utiliza también en la película Tropas del Espacio y Marte Rojo, de Kim Stanley Robinson. Y por supuesto, en el clásico La luna es una cruel amante, de Heinlein, en la que un sistema de transporte de mercancías a través de una catapulta lunar es hábilmente reconvertido en un arma decisiva...
Armamento defensivo y armaduras
Existe un axioma en el tema del armamento que dice que el desarrollo de toda arma lleva aparejado el desarrollo del escudo para protegerse de la misma. Un perfecto ejemplo de esto lo tenemos en Dune, de Frank Herbert. Toda la civilización de Dune esta construida en torno al escudo: impenetrable a cualquier proyectil que supere una cierta velocidad, estalla al chocar contra un láser, matando tanto al portador del escudo como al que hace fuego sobre el mismo. Como consecuencia de esto, en un universo con armas de energía, láser y nucleares se vuelve a la lucha a cuchillo clásica (eso si, con una particular esgrima) y a un tipo de proyectiles especialmente sofisticados, como el misil "cazador buscador" al que hemos hecho referencia mas arriba.
Otra obra en la que el empleo de campos defensivos acaba determinando el tipo de armamento ofensivo utilizado es La guerra interminable. Al final del libro, se desarrolla un campo de éxtasis impenetrable a cualquier tipo de energía y en el cual no esta permitido ningún tipo de actividad eléctrica o química. Penetrar en el campo sin la protección adecuada es la muerte, y no puede utilizarse ningún tipo de arma dentro del mismo. La solución es evidente: se vuelve a la lucha con espadas y venablos, excelentemente descrita por el autor.
Las posibilidades del campo de éxtasis se explican magníficamente en un cuento llamado "Aparato contra tendencia", de Cristopher Anvil. En el mismo se pasa de un dispositivo para insonorizar casas, a un blindaje protector contra cualquier tipo de impacto pasando por un excelente sistema de armamento. En la misma línea tenemos La guerra de la Paz de Vernon Vingue, en la que se demuestra como un campo de éxtasis no solo es una excelente protección contra todo tipo de ataque sino que incluso pueden utilizarse para viajar por el tiempo... y de esta forma escapar de situaciones ciertamente comprometidas.
Mas próxima al mundo real tenemos a las armaduras de combate. Una armadura de combate en el espacio debe ser una maquina extraordinariamente sofisticada: debe proteger a su ocupante de un entorno hostil, debe protegerle frente al fuego enemigo y suministrarle armamento, comunicaciones e información de su entorno. Buen ejemplo de estas condiciones lo tenemos en las armaduras de Haldeman: ante una perforación, sellan el daño y mantienen con vida a su dueño frente a las mas graves heridas. Algo parecido sucede con las de Bujold, solo que aquí existen diferentes tipos de armaduras especializadas en base a las funciones desempeñadas por el ocupante de la misma: fuertemente blindadas las de merodeador, blindaje mas ligero pero mas comunicaciones y control en las de comando etc.
Pero la reina de las armaduras de combate es, sin duda, la desarrollada por Heinlein en Tropas del Espacio. Presentada en tres modelos básicos (normal, comando y merodeador), mezcla de tanque, avión, artillería infantería y reconocimiento, cada soldado dotado de una de estas armaduras puede cubrir un área enorme, sembrando la máxima destrucción con unas razonables posibilidades de supervivencia en entornos tremendamente hostiles. Dotadas de radar, comunicaciones avanzadas, capacidad de vuelo, blindaje y un armamento que va desde la simple granada de mano a un misil nuclear, continúan siendo una de las armas mas sofisticadas que han aparecido jamas en el mundo de la ciencia ficción: prueba de ello es lo notablemente bien que han envejecido en un libro que fue escrito en 1959. Cualquiera que haya leído el libro echa en falta en la película la presencia de estos sofisticados juguetitos.
Un recurso defensivo ampliamente utilizado en el genero es la invisibilidad. El ejemplo clásico es la nave "Ave de Presa" Klingon de Star Trek, susceptible de sustraer la practica totalidad de sus emisiones electromagnéticas de la detección del enemigo distorsionando el espacio a su alrededor. Sin embargo, como en el caso del actual avión invisible el punto débil de esta nave esta en que tiene que abandonar su invisibilidad para disparar sus armas, lo que la hace vulnerable. Una variante, descrita en Ese país desconocido era capaz de hacer fuego con sus torpedos mientras se mantenía camuflada... lo que la convertía en un arma terrible (aunque afortunadamente tenia sus propios puntos débiles).
La otra gran película en la que se toca el tema de la invisibilidad como sistema de armamento es, por supuesto, Depredador. El cazador alienígena oculto en la jungla con su traje invisible acechando a sus presas humanas es uno de los grandes logros del cine del genero. En la novela El instante Aleph, de Greg Egan, también aparecen unos sofisticados robots de combate capaces de generar hologramas para convertirse en algo prácticamente invisible.
Para acabar este comentario sobre armas y estrategias defensivas, en El juego de Ender, la guerra contra la civilización de los insectores se desarrolla con un continuo tira y afloja de tácticas ofensivas... y sus correspondientes estrategias destinadas a anularlas. En un ataque que se lleva a cabo a través de un frente de centenares de años luz de anchura, y con un arma terrorífica llamada "Pequeño Doctor" en juego (una variante de rayo desintegrador) el enfrentamiento de Ender contra los insectores va pasando por todas las fases posibles.... hasta el espectacular final, donde se destruye a toda la flota alienígena junto con su mundo de origen...
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