Duty Waits de Guy Haley es otro de los relatos cortos de este Calendario de Adviento de Black Library que un lector del blog me ha regalado. A diferencia de los otros, este me lo agencie antes por mis propios medios, porque le tenía muchas ganas cuando salio. Me ha costado un poco sacar tiempo para leerlo y hacer una reseña, pero al final he podido hacerlo.
Duty Waits es la entrega numero cuatro del Calendario de Adviento 2017 de Black Library. Es un relato corto, completamente nuevo, de la Herejía de Horus escrito por Guy Haley. Tiene unas 22 paginas(Estoy usando Readium y no me cuenta las paginas, pero tras consultarlo me han dicho que el relato ocupa eso), y esta disponible tanto en formato Epub como Mobi. Solo ha salido en inglés y como suele ser lo habitual, la portada que usan es una imagen ya publicada hace tiempo, reciclada y coloreada.
La noticia de la rebelión de Horus, su alcance y que va a asaltar Terra de un momento a otro se saben desde hace tiempo y los preparativos para resistir el asalto han sido ultimados. Pero Horus y sus hordas no han llegado aun. Y pasa el tiempo en Terra y el asalto no se produce. Con el paso del tiempo, la moral y la determinación de los defensores se va minando. Los Astartes no tienen ese problema, ya que su mentalidad y su ferre disciplina les previene de ello. Y no hay nadie que sea dedicado a su labor de defender Terra entre los Astartes que los Puños Imperiales de Rogal Dorn. Pero el problema son los no-Astartes, los civiles que han quedado atrapados dentro del recinto Imperial y que no pueden moverse debido a la gran cantidad de controles y vigilancia para prevenir nuevas infiltraciones de la Legión Alfa, que pasan necesidad porque no llegan los suministros, que en definitiva no pueden hacer nada. Y esa inactividad, junto con la espera es mas de lo que muchos pueden soportar. Cuando empiezan los disturbios, los Puños Imperiales son los encargados de sofocar los altercados. Y ellos solo saben hacerlo de una forma.
El autor |
El otro protagonista, es un marine espacial de los Puños Imperiales, un terrano de África, llamado Kolo, que tambien parece llamado a tener un papel importante en el futuro, de alguna forma.
Ambos personajes nos ayudan, a modo de guías, a ir por una historia que se desarrolla sobre dos ejes primordiales. Uno es la rutina de un lugar bajo amenaza inminente que espera un ataque que nos e acaba de producir y la otra es como los Astartes, aun unos tan dotados como los Puños Imperiales no están hechos para tratar con humanos normales.
La de la rutina y el tedio, vista desde el punto de vista de los Puños Imperiales, es la mas extensa del relato y ocupa 2/3 del mismo, mas o menos. Guy Haley es muy descriptivo hablando de como esta Terra en ese momento, las localizaciones por las que patrullan los Astartes, la medidas de seguridad,etc. Guy Haley nos hace muestra un paisaje muy detallado de ese momento de la Herejía de Horus desde los puntos de vista de un oficial de alto rango y un soldados de linea. Igual demasiado detallado, demasiados datos, demasiado denso. Si Guy Haley quiere dar a conocer al lector como es la sensación, mezcla de tedio, nervios bajo control y expectación de una fuerza armada como los Astartes en un estado de máxima alerta, lo hace con creces. De sobra de hecho.
Pero a mi me hubiera gustado conocer mas cosas de los personajes, más allá de su la increible mente analitica de Thane (La parte que calcula mentalmente las diferentes posibilidades de sobrevivir a la caída desde un parapeto, desde diferente escenarios y con diferentes variables está muy bien), mas allá de una sucesión de localizaciones, protocolos de seguridad, medidas, etc.
La segunda parte ocupa menos, es menos densa y mucho mas rapida. Es donde se nos muestra que los Astartes pese a todo, carecen de flexibilidad mental y de diplomacia para tratar con civiles que pasan hambre, miedo y que están asfixiados por la burocracia y la aritmética de la guerra, sobre todo de la guerra de asedio. La frase "en tiempos de guerra la libertad es de las primeras víctimas" se ve claramente aquí. y aquello que decía Kiril Sindermann en el primer libro de la Herejía de Horus, sobre lo fina que es la linea que nos separa a la gente civilizada de caer en la barbarie, creo que también.
Guy Haley parece que nos deja claro que, para empezar, el tumulto no es obra de infiltrados, si no que es una reacción natural de gente quebrada emocionalmente por el desgaste de la espera. A fin de cuentas, Horus es un estratega consumado y lo que hace es esperar lo suficiente para que brotes de disturbios se produzcan, sin necesidad de actuar directamente con sus agentes.
De nuevo, Guy Haley nos hace un retrato muy claro de la situación: Gente hambrienta, y desesperada que se amotina y protesta por lo que pasa, un momento donde los Arbitres no son suficientes en esa zona y llegan los Astartes a hacer su trabajo. Los ingredientes perfectos para una horrible tragedia que hace incluso que los Astartes se planteen ciertas cosas, como pasa con los oficiales y sargentos, como pasa con Guntren, el segundo al mando de Thane que le pregunta a su Capitán si esto ha sido realmente necesario. Thane no duda dice que si, y se pone a tomar medidas, pero ya habiendo pasado lo peor que podia pasar.
En definitiva, a mi parece que es un buen relato corto, aunque puede que en algunas partes, sobre todo en la parte intermedia del mismo, se haga al lector medio un poco pesado y denso para un lector medio. Haley se limita a pintarnos un cuadro que generalmente en W40K se suele contar en otros relatos y en el trasfondo como muy de puntillas y nos muestra que en las batallas suele haber unos actos previos que son desconocidos pero que a veces acaban teniendo mucho peso. Las localizaciones no han sido puestas al azar.
Además, nos sirve muy para conocer un poco mejor la historia previa de un personaje que acabará siendo vital en otras historias, terminada ya la Herejía de Horus.
Es una historia dura con una importante moraleja: La espera siempre es dura, pero mas para unos que para otros. Esos acaban siendo el eslabón debil, contra su voluntad, y con los Puños Imperiales, si bien no llegan a los extremos de los Guerreros de Hierro, solo saben hacer las cosas de una forma para evitar brechas en su defensas.
Y los guardianes acaban siendo ejecutores.
Recomendable, en pocas palabras
Imagen sacada de aquí |
Solo hay que ver la reacción astartes en "Falsos Dioses".
ResponderEliminarDigo yo, que cuando la herejía de Horus termine, contarán lo que ocurre post-herejía. ¿No? Vamos, que van a alargar el tema muy mucho.