Hacia ya tiempo que no hacia una reseña de algo de Black Library y ayer di los ultimo toques a un relato de la Herejía de Horus que me gusta especialmente de Guy Haley, titulado The Final Compliance of Sixty-Three Fourteen (63 14).
Este relato, que podríamos traducir como "El acatamiento final de 63-14" (Pese a que aquí tiene mas de sometimiento o capitulación) salio como parte del Calendario de Adviento de BL de 2014, saliendo el día 1 de Diciembre (La primera entrega del mismo, sino estoy equivocado) como relato en formato digital de descarga por pago. En Marzo de 2016 fue publicado dentro de la antología de relatos Eye of Terra, de V.V A.A que es el libro numero 35 de la saga troncal, que esta en varios formatos. Es el ultimo de los incluidos en la antología. Hasta la fecha, no ha sido traducido oficialmente al español. Solo ha salido en inglés. La portada, como casi todos los relatos cortos de este tipo, no es ilustración en si misma, si no un diseño creado a partir de imágenes e iconos ya usados, aunque la verdad es un diseño que me gusta mucho.
El relato tiene unas siete páginas de extensión y está ubicad temporalmente o en algún momento de la Herejía de Horus, cuando las fuerzas de Horus se dirigen a Terra. Las flotas del Señor de la Guerra se están dirigiendo a los mundos que en el pasado conquistaron para Terra o se unieron por su propia voluntad para forzarles a que juren lealtad a Horus y renuncien al Emperador...o asuman las consecuencias. Promesas mezcladas con amenazas. Este momento le ha llegado al planeta Goughen, también conocido como 63 14 por ser el decimocuarto planeta sometido por la 63º flota, la de Horus.
El gobernador planetario Mayder Oquin, antiguo héroe del Ejército Imperial y condecorado personalmente por Horus tiene que dar una respuesta a los emisarios de Horus y pronto. Pero hombre de firmes costumbres y mas firmes convicciones se demora junto a su asistente, Attan Spall, en su sala de trofeos personal, mientras decide que llevar consigo cuando vaya a dar su respuesta.
El autor |
La historia esta cargada de melancolía, tristeza y un cierto sentido de amarga ironía. Oquin rememora su vida y sus conquistas, sus luchas pero también sus recuerdos íntimos y sus pensamientos, plasmados en parte en los objetos de su Sala de Trofeos. Su asistente y segundo, Attan Spall, es su testigo y confidente. Oquin sabe que Spall no es un amigo en realidad, pero confía en el porque han estado juntos durante décadas y comparte algunos de sus recuerdos. Es interesante ver a los dos personajes, que pese al haber compartido tanto son diametralmente opuestos: Oquin es un hombre firme, seguro de sus convicciones a mas no poder, al que nadie le tose así como así, pero con una veta amable y melancólica llegando a ser fatalista, mientras que Spall es un hombre fiel pero a la vez inseguro y nerviosos, puesto contra las cuerdas en una situación limite que seguramente le haría quebrarse y que si no lo hace es por esa extraña aura que despide Oquin de seguridad y lealtad.
El relato deja algunos trozos dignos de ser mencionados, como cuando Oquin reflexiona en voz alta sobre lo que ha vivido, como lo ha vivido y cuanto. Gracias a los avances imperiales, ha vivido mas de un siglo y aunque mayor esta firme y lucido. Esto lo compara con la inmortalidad o casi de Primarcas como Horus y le lleva a razonar que la inmortalidad dad a seres tan poderosos no es buena ni sana, los vuelve arrogantes hacia los que como el, viven menos y los lleva a hacer al final actos como el que esta a punto de cometerse en su mundo.
Las reliquias que va enseñando nos sirven además como catálogo para conocer las otras conquistas de Horus en las que el estuvo presente hasta 63 14, momento en que Horus le licencia nombrándolo Gobernador Planetario de 63 14. Haley relaciona objetos con mundos y en casos como las máscara de guerra de los humanos salvajes Bathranin de 63 3, donde Oquin empezó su carrera como soldado raso se demora en contar la historia porque al final tiene una importancia capital para el desenlace de la misma, ya que es la inspiración de Oquin y lo que reafirma sus convicciones.
Horus Lupercal dice que la Verdad Imperial es una grotesca mentira, pero Oquin sabe donde esta en verdad la mentira y actúa según sus creencias en consecuencia y hasta las ultimas consecuencias.
Es un relato hermoso, triste y melancólico, pero realmente bonito. Cargado de reflexiones y filosofía, se lee aun asi rapido. Sientes realmente simpatía por los personajes, se conecta fácil con ellos. Y el hecho de que sea un relato independiente, hace que la lectura sea mas relajada y tranquila, sin necesidad de andar mirando de donde sale este y ese otro personaje. Haley tiene una mano excelente para las descripciones y eso hace que este relato corto este entre mis favoritos. Muestra la tragedia de la Herejía de Horus de una forma nueva y nos reconcilia un poco con la imagen del Gobernador Planetario, muchas veces presentados como individuos crueles, corruptos, incompetentes y fuente de muchos problemas de los mundos imperiales, aunque claro aquí no tenemos un individuo que ha nacido en el seno de una familia de la realeza, producto de la decadencia y la endogamia o vete tu a saber que. Ademas, no solo eso, sino que nos muestra un hombre realmente admirable que no se amilana ante nada ni nadie, ni siquiera ante Horus Lupercal.
Algo que no pueden decir ni siquiera Astartes o hasta otros Primarcas....
En pocas palabras y para acabar, una delicia de relato, cómodo de leer y que invita a pensar. 1,49 euros muy bien invertidos. Un relato que se debe tener y leer.
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