Con el paso del tiempo y de las ediciones del juego siempre he ido aprendiendo cosas nuevas.Algunas me han valido para cualquier edición en la que juegue,mientras que otras solo me han valido para una o para varias,pero no para todas.Lo que he aprendido en 5ª es que,si voy a jugar un partida tengo que tener en cuenta dos cosas :Que existen dos planos en una partida:uno es el que llamo el plano lúdico:esto es un juego es decir,voy a divertirme y a que mi oponente lo haga conmigo y no a mi costa. El otro es el plano táctico,osea que abordare el juego como un reto táctico dentro de un margen delimitado por las reglas,mis recursos del momento(osea,las minis que tengo o los proxis que puedo usar) y otras consideraciones como respetar el trasfondo(no creo que los berzerkers sean capaces de quedarse en la retaguardia,por mucho que me interese para la partida.Irán a saco como buenos siervos de Khorne!).Si no van armonizados esos dos planos,no merece la pena jugar.
Para variar un poco,quiero contaros algo del aspecto táctico que creo que es muy importante.Desde que empecé jugando a 40K y sobre todo durante la 5ª ed,me he dado cuenta de que en una partida de misiones,no siempre pierde el que mas mala suerte tenga o el que mejor estrategia tenga.Ni siquiera el que lleve la combinación de tropas mas bestia de todas.Yo estoy convencido lo que hace que se pierdan mas partidas es que se olvide uno de la misión que le toca jugar.
Eso lo aprendí yo a las malas durante una campaña que jugamos en Bilbao el grupo de jugadores que eramos de la Biblioteca Negra,la de Sombras sobre Espartus
En la primera batalla que jugue de la campaña y de paso,la primera o así que jugaba en 5ª,perdí la batalla y el planeta porque me olvide de la misión.Me centre tanto en masacrar Ultramarines,que me olvide de mantener mi base y perdí.Y eso que el resultado en puntos,si se hubiera jugado en 4ª habría sido casi una masacre a mi favor.
Esto yo lo considero algo extremo,porque me pudo el "ansia viva" de machacar pitufos por un lado y por otro no habia cambiado el chip de 4ª a 5ª.Pero como dicho antes este es un ejemplo extremo.Muchas veces se pierde una partida no porque te olvides de principio a fin de la misión o no tengas en cuenta como afecta el despliegue(o las dos cosas unidas),sino porque en un momento concreto de obcecas en algo y basta ese momento de distracción para que,dicho de forma fina,la cagues como un bellaco.De la misma forma que aprendí esto de mis cagadas,vi la enseñanza reforzada aún mas si cabe viendo como las de los demás me daban la partida en alguna ocasión.En un torneo,mi oponente con eldar le dio por cebarse con una unidad de mil hijos y cuando se dio cuenta que un solitario rapax iba enfilado a negarle la ficha de botín que hacia que el empate dejara de serlo y pasara a ser una victoria mía,era ya demasiado tarde para redirigir otras unidades a eliminarlo.Era el ultimo superviviente de una unidad de 8,pero me dio la victoria.
Se suele aprender mas de un derrota que de una victoria,pero visto en otra persona acaba confirmando que lo que habías aprendido es correcto 100%.
Por eso creo que,quedándonos un momento en el plano táctico de una partida,mas que las estrategias a seguir,el como usaremos las unidades que componen nuestra lista u otras consideraciones,lo que en verdad tenemos que tener siempre en cuanta es la misión que jugamos.Un plan de batalla puede funcionar o no o hacerlo a medias(y por regla general no suele hacerlo muy a menudo.Ningún plan aguanta contra la caprichosa diosa Fortuna),por lo que considero que es mejor tener uno muy muy esquemático e ir improvisando sobre la marcha.Las listas se las puede conocer de memoria cualquiera,pero eso solo es una parte de la ayuda,y no es mucha, si no conoces también como funcionan,al menos de forma superficial, las de tu oponente(Tirarse a ciegas no suele parecerme una buena idea.Ni a mi ni a nadie...).Pero el tener presente siempre la misión que se juega en cada momento y sus peculiaridades suele ser el primer y mejor paso para conseguir ganar una partida y de sentirte contento con el resultado final de todo proceso de jugar a Warhammer.Luego los dados harán de las suyas y tal,pero al menos si no se ha perdido el rumbo no se condiciona de forma prácticamente irrevocable el resultado.
Eso unido a que el plano lúdico este claro ,que lo que voy es a divertirme,hace que una partida le llene a uno.O por lo menos a mi.
Mañana o así os hablare a fondo del plano lúdico,que es tan interesante o mas que el táctico.
Que razón tienes tio, a mi eso me pasó jugando contra Guardia Imperial, me obcequé tanto en desplegar cosas con lanzas oscuras para ponerme a reventar tanques que me olvidé que estabamos jugando con despliegue de choque de patrullas y tenia que tirar por combate nocturno... ni falta hace que diga que en el turno 2 volaron mas de la mitad de mis barquitos xDD
ResponderEliminarUn saludo!
El sistema de misiones fue una de las mejores ideas que tuvieron cuando se produjo el cambio tan brutal de reglas en 2º edición a 3º. Y es el principar factor que limita en gran parte las burradas del juego. Si ya los aficionados hacen burradas con las listas de ejército actuales, imaginaros como sería sin sistema de misiones....
ResponderEliminarSaludos.
Jojo ,me recuerda a mis primeras partidas y mis dias caoticos . Una partida contra orkos. Se me acercaba una peña y con los bolters pesados de los aniquiladores la deje bastante disminuida. Me sale el super comando orko este que sopla nucas el de nombre dificil y asalta a mi principe demonio y marines caoticos. Se habia pensado que eran unos pateticos leales ,y no se esperaba tantos ataques que lo hicieron besar el suelo. Despues de masacrar a esos pieles verdes en un turno mi sangre ardio y me enfoque en masacrar. En el 5to turno lance a una linea tras la peña y ahi fue cuando perdi. Porque me confie de un 6to turno para retomar mi base...... NOP ,victoria Orka .
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