jueves, 6 de diciembre de 2018
Maerorus o El Séptimo Castigo
Hace poco he vuelto a leer la novela Seventh Retribution (2013), de Ben Counter, donde el personaje de Darnath Lysander, capitán de los Puños Imperiales tiene el protagonismo...compartido con una criatura, como antagonista, realmente llamativa y terrorífica. Lo que viene a continuación no es una reseña de la novela propiamente dicha, sino mas bien un articulo de trasfondo y en buena medida, un gran spoiler, por lo que si se tiene pensado leer esta novela, que creo que no está aún traducida al español, aconsejo que os pongais a mirar otra cosa de mientras.
Si sigues adelante, yo ahí ya me lavo las manos, como Pilatos.
En esta novela de W40K, Ben Counter plantea la existencia de un séptimo Templo del Officio Assassinorum. Desde el Día del Juramento en el Monte de la Venganza, los Templos del Officio Assassinorum habían sido seis: Culexus, Eversor, Vindicare, Callidus (Los cuatro mas conocidos y los que tienen ademas figuras en W40K), Vanus y Venenum (Que en el juego de Execution Force, salen marcados como "clasificados", pero son totalmente operativos) Pero en los primeros años del Milenio 40, surge un séptimo Templo, llamado Maerorus.
Los adeptos de Clado Maerorus postulaban que no importa cuán hábil fuera un asesino, se puede fallar, lo mismo que las armas, por muy esotéricas o muy tecnológicamente avanzadas que sean. Y la posibilidad de fallo se vuelve exponencialmente mayor, cuando hay que matar no solo a un objetivo Primario, sino también a los objetivos subsiguientes, sobre todo cuando han sido alertados por la muerte inicial. Con ese fin, los asesinos de este Templo fueron diseñados para ser armas vivas, capaces de matar a grandes cantidades de objetivos y sin usar armas convencionales, sino sus propios cuerpos. Su modus operandi sería muy simple: Entrar en un área rica en objetivos, normalmente una reunión o o un hecho público y matar a cada objetivo y sub-objetivo presente lo más rápido posible.
Maerorus, por lo tanto, fue creado para lidiar con múltiples objetivos simultáneamente, como la jerarquía de mando de un ejército enemigo, o los miembros de un culto particularmente extendido.
El problema fue como decidieron crear a ese asesino "definitivo".
El Templo de Maerorus fue desarrollado por Hereteks bajo las órdenes expresas y directas del Officio Assassinorum. Fue un plan a muy largo alcance.Se pasaron siglos tratando de obtener influencia sobre Adeptus Mechanicus para desarrollar la tecnología, completamente ilegal por mandato imperial, necesaria para crear sus asesinos Maerorus. Se provocaron guerras y conflictos a todas las escalas, llegando incluso a sobornar a los tecnosacerdotes de Marte con PCE (Plantillas de Construcción Estándar) como pago por las pruebas e investigaciones necesarias, o simplemente por mirar a otro lado.
Mas tarde, el Templo Maerorus comenzó una enorme cantidad de experimentos, donde miles de prisioneros y enemigos capturados en los campos de batalla fueron usados para crear el material genético necesario para hacer el primer asesino. La tecnología prohibida, los cruces de mutante y de híbridos xenos, además de usar cepas tiránidas , se combinaron para crear el primer (Y técnicamente único y último) asesino, que recibió el nombre en clave de Legienstrasse.
Se esperaba que Legienstrasse operar sin armas durante las misiones. Una vez garantizada la primera muerte y utilizando una serie de membranas a lo largo de sus cuerpo, Legienstrasse absorbería la biomasa de la víctima. Usando el nuevo material genético, forzaría mutaciones masivas y rápidas en su cuerpos, creando bio-armas según sus necesidades. Eso haría continuará matando, absorbiendo nueva biomasa y haciéndose cada vez más poderosa. Se consideraba virtualmente imposible acabar con un ser así.
Y si, he dicho "poderosa".Legienstrasse fue creada como un ser de sexo femenino. y gracias en gran parte al ADN xenos utilizado para crearla, Legienstrasse podía poner "huevos" para crear más asesinos, de refuerzo sobre la marcha.
Pero el Officio Assassinorum jugó a ser un dios y como les suele pasar a los dioses, su creación se rebeló contra ellos.En algún momento y por motivos desconocidos, Legienstrasse se volvió renegada y decidió que tenía el potencial más que de sobra para derribar el Imperio como mejor le pareciera y ser la nueva ama y señora, junto a sus retoños. Un grupo de sus huevos habían eclosionado y los "hijos" de Legienstrasse se comieron vivos a toda una compañía de soldados de la Guardia Imperial . Al Officio Assassinorum le entro el panico y tras pasarse siglos cazando hasta el último descendiente de Legienstrasse, decidieron que había que acabar con ella como fuera. La localizaron, finalmente, en un planeta remoto llamado Opis.
El problema es que no podían acabar con ella de la forma habitual habitual, dado lo poderosa que era. Si mandaban asesinos de otros Clados a por ella, los mataría y los absorbería. Tampoco se podía pedir un Exterminatus, porque a ver cómo explicaban al Senatus Imperialis y a los Altos Señores, que habían creado con tecnologías prohibidas y abundante ADN xenos una abominación asesina casi indestructible... Así que lo hicieron fue sacrificar Opis al Caos.
Literalmente.
Usando sus agentes como intermediarios, contactaron con cultos del Caos y con renegados, incluidos Astartes de los Devoradores de Mundos para que corrompieran Opis y a su casta dirigente, que una nobleza rica y decadente, al tiempo que vagos y autocomplacientes. Una vez "detectada" la "posible" mácula del Caos, se envió a un Inquisidor a ver cómo estaba el planeta y si era salvable. Pero el Inquisidor, Lord Inquisitor Kekrops y su séquito fueron asesinados por un operativo Vindicare, para luego echar las culpas a los gobernantes de Opis y forzar su invasión y exterminio.
Se declaró, pues, desde Terra una guerra total a Opis y se desplegó una fuerza de retribución imperial compuesta por varias decenas de Regimientos de la Guardia Imperial, operativos de varios Templos y un gran destacamento de Marines Espaciales del Puños Imperiales, bajo el mando de Darnath Lysander para que Opis se doblegase. En realidad, el plan del Officio Assassinorum era, sino se podía acabar con ella, al menos esperar que la guerra obligará a Legienstrasse a huir del planeta en una nave, para tener la oportunidad de finalmente matarla después de casi un milenio de persecución en un entorno donde le fuera imposible evadirse.
Pero los Puños Imperiales se acabaron enterado de todo cuando Legienstrasse plantó batalla en la ciudad de Krae. Lysander la mató a costa de grandes pérdidas para los Puños Imperiales (Entre los cuales estaba un Paladín del Emperador, numerosos veteranos, exterminadores, exploradores y marines de asalto), la Guardia Imperial y el Officio Assassinorum, incluida Lady Syncella, cabeza del Templo Culexus y varios operativos.
Con Legienstrasse muerta, el Templo Maerorus fue borrado de la faz, como si nunca hubiera existido. Officio Assassinorum, aun así, no salio de rosas: Además de las bajas que sufrió y que se destaparon en parte sus actividades, Lysander advirtió al Officio Assassinorum, a través de contactos mutuos en la Inquisición, que se habían hecho un enemigo peligroso en los Puños Imperiales, por haberlos usado como títeres en una guerra creada por ellos para subsanar un error. Y Lysander no es precisamente de lo que olvidan...
La novela, la verdad, es que esta muy bien, aunque a veces me parece Ben Counter se "desboca" un poco. Los amantes de sagas de como Resident Evil la encontrarán de su gusto. La reseña, supongo, que la haré un dia de estos.
Gracias a la gente de Lexicanum y, especialmente, a Paul, por la novela.
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