viernes, 27 de agosto de 2010

Las armas y otros artefactos en la Ciencia Ficción(Parte II)

Armas biológicas y químicas

La guerra biológica y bacteriológica también tiene un rancio abolengo en la ciencia ficción. El mismo Wells incluyo entre el armamento ofensivo de sus marcianos un arma de guerra química, "el polvo negro", un siniestro antecedente de lo que iba a suceder en los campos de batalla europeos pocos años mas tarde. En la novela A cabeza descalza, Brian W Aldiss nos presenta un viaje por una Europa desquiciada en la que las grandes ciudades han sido bombardeadas con bombas de LSD. Y en Congreso de Futurología Lem hace una magistral descripción del impacto sobre la realidad que produce el empleo masivo de alucinógenos en una guerra del futuro ambientada en un país centroamericano...

Las armas biológicas también tienen su parcela en el genero. Los propios marcianos de La guerra de los mundos terminan sucumbiendo al ataque invisible de nuestros virus y bacterias. En la novela Mundos aparte, de Joe Haldeman, durante un ataque nuclear se dispara una cabeza armada con una peligrosa arma biológica que provoca la muerte de casi todos los adultos del planeta, pero no de los niños. El problema es que el virus permanece activo en la superficie y provoca la muerte de los adolescentes conforme salen de la pubertad. Los únicos supervivientes son los habitantes de las arcologias espaciales, que desde sus mundos en órbita contemplan el proceso de destrucción de un mundo incapaz de resurgir del caos en que se encuentra sumido.

Otra novela en la que se hace un interesante tratamiento de las armas biológicas es Los viajes de Tuf, de George R.R. Martin, en la que se describe una enorme nave dedicada a la guerra bacteriológica que, aunque abandonada y sin nadie vivo en su interior, cada determinado tiempo liberaba automáticamente una serie de plagas sobre un determinado planeta, siempre distintas, impidiendo su desarrollo y manteniendo a la especie afectada por sus ataques sumida en la desesperación.

Por lo demás, la utilización de un ente biológico para conquistar un planeta tiene un magnifico ejemplo en la película Species, en la que una civilización extraterrestre envía, junto con el regalo de una fuente de energía permanente, las especificaciones para la creación de una criatura que al final no resulta ser lo que parece. En este mismo sentido, aunque no presentado explícitamente como arma biológica, tenemos al monstruo de Alien: la biología de este ente es tan sumamente extraña (el hospedador muere durante el proceso reproductivo, sus sistemas defensivos resultan increíbles, puede vivir en el espacio...) que es fácil llegar a la conclusión de que se trata de un ente artificial destinado a ser utilizado como arma biológica.... precisamente el uso que pretenden darle la compañía propietaria del Nostromo y los militares que se encuentran con la misma.

Otro ejemplo de arma biológica aparece en "El crimen y la gloria del comandante Sudzal", un relato en el que el citado comandante, al verse atacado por una extraña raza, da un salto en el tiempo y libera a sus gatos en una luna del sistema en el que se encuentra.... con una mutación para que evolucionen y una orden para que se presenten en el momento oportuno como aliados en su batalla. Heinlein utiliza también un cuerpo de perros especiales, los K9, que forman una unidad simbiótica con sus dueños para misiones de reconocimiento y comando. El mismo concepto es explotado magistralmente por Harlan Hellison en su relato "Un muchacho y su perro", donde aparece una raza de perros telépatas que comparten con la humanidad un mundo devastado por una guerra nuclear.



Armas mentales

Una categoría de armamento muy propia del genero es el arma mental: en la edad de oro no eran raros los cuentos en los que los extraterrestres atacaban la tierra simplemente con el poder del pensamiento de sus enormes cerebros. Posteriormente, la utilización de la mente como arma se ha desarrollado en múltiples variantes. Por ejemplo, en Las estrellas mi destino se describe la existencia de un explosivo, el pyros, capaz de estallar simplemente con el pensamiento. En Dune, las Bene Gesserit están adiestradas en el uso de la Voz, una técnica que les permite dominar psicológicamente a los que se encuentran expuestos a la misma, mientras que Avispa es un excelente catalogo de las trampas y triquiñuelas que uno puede encontrar en la guerra psicológica

Una variante particularmente fecunda de estas armas mentales la encontramos en el clásico enfrentamiento de mutantes vs. humanos normales. Desde los primeros clásicos de este tema, como Slan o Mutante, la idea de la existencia de seres humanos con poderes superiores resulta sumamente turbadora. Por ejemplo, en El hombre completo se describen las actuaciones de un cuerpo de hombres dotados de poderes paranormales encargados de mantener bajo control este tipo de fuerzas. En el magnifico relato “El fabricante de capuchas” el mundo esta gobernado por la rígida tiranía de los telépatas, que controlan en todo momento los pensamientos de la población… hasta que de repente comienzan a distribuirse unas capuchas que bloquean la percepción de las mentes cubiertas por las mismas. En la celebre novela de Phillip K. Dick Ubik, los mutantes se han organizado para ofrecer sus servicios en el mercado empresarial, bien para protegerlas de los ataques de otros mutantes, bien para robar información o incluso en un momento dado sabotear su actividad. Pero una de las series mas conocida, sin duda, sobre este tema la encontramos en la celebre Patrulla X, un cuerpo secreto formado por mutantes que luchan tanto por hacerse un lugar en el mundo como en defender dicho mundo de las mas variadas amenazas. Por cierto que en la ultima película de la serie aparece descrita un arma mental demoledora: Cerebro, la supercomputadora del profesor Xavier, que hábilmente manipulada puede convertirse en una herramienta de exterminio masivo sumamente selectiva.

Otros autores se han decantado por un tratamiento mas tecnológico de este tema. A esta categoría pertenecen, por ejemplo, los látigos neurales o los disruptores neurales de la obra de Bujold, cuyo principal efecto es la desorganización del sistema nervioso del afectado seguido de la muerte sin efectuar ningún tipo de destrucción sobre los objetos. A este mismo tipo de arma neural pertenece la ‘vara de la muerte’ utilizada por Dan Simmons en Hyperion y que funcionaba interrumpiendo las sinapsis de los afectados.

En la misma línea de armas mentales tenemos el formidable sistema de defensa planetaria planteado por Cordwainer Smith en "Los mínimos de mama Hitton". Consiste básicamente en una granja de visones en estado de letargo y un proyector telepático. Cuando se detecta la presencia de un intruso o un invasor, se despierta a los visones y se les excita. A continuación se proyecta el tumulto de sus cientos de mentes asesinas contra la mente del intruso... que resulta destruido por el impacto. Este autor utiliza también un arma mental demoledora en su fascinante relato "Dorada era la nave, oh, oh, oh", al que volveremos a referirnos mas adelante.



Nanotecnologia y armamento

Un tipo de sistema de armamentos muy en boga en los últimos tiempos es la utilización de maquinas nanotecnológicas como armas defensivas y ofensivas. En La era del Diamante, de Neal Stephenson contemplamos un mundo en el que la nanotecnologia regula todos los aspectos de la vida cotidiana. La zona rica esta protegida por una barrera formada por billones de maquinas alineadas en forma de cúpula.... que informan de la presencia de intrusos o, en un momento dado, pueden tomar la iniciativa para impedir su acceso. Además, existe todo un submundo microscópico en el que las diferentes nanomáquinas compiten por oscuros intereses. Por ultimo, Stephenson nos propone el peor de los venenos: una maquina susceptible de desarmar cualquier cosa en sus átomos primarios, átomo por átomo y que además lleva un "seguro de autodestrucción" incorporado en su programación. Esta es sin duda el arma ideal: silenciosa, terriblemente mortal y con pocas posibilidades de acceder a un antídoto que garantice la supervivencia del ser humano infectado. Un arma semejante aparece en la película de la serie de Star Trek Némesis. En la novela de Greg Bear ALT 47 la nanotecnologia ha alcanzado cotas sorprendentes. Por ejemplo, un bote de nanobots militares liberado en un lugar cerrado puede construir, en pocas horas, un formidable conjunto de maquinas de guerra partiendo de los materiales que vayan encontrando. En la ultima novela de Michael Crichton, Presa, una compañía de alta tecnología norteamericana esta embarcada en el diseño de un arma revolucionaria: una cámara espía formada por un enjambre de maquinas nanotecnológicas, imposible de derribar y capaz de desplazarse sin ser detectada para reconstruirse y actuar en el momento preciso. Sin embargo las cosas pronto comienzan a torcerse cuando uno de los enjambres de nanomáquinas se escapa y comienza a evolucionar por cuenta propia. Incluso en la ultima entrega de la serie Terminator, La rebelión de las maquinas, la ultrasofisticada robot TX utiliza un sistema de sensores nanotecnológicos para tomar el control de prácticamente cualquier maquina y poder utilizarla en su propio beneficio.

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