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lunes, 24 de diciembre de 2018
13 Jólasveinar vienen al blog: Kertasníkir
Hoy es 24 de Diciembre, por lo tanto, viene el ultimo Jólasveinrinn de los 13, y no se va a marchar hasta el 6 de Enero. Es Kertasníkir, cuyo nombre se puede traducir como "Ladrón de velas". De todos sus hermanos, este es el que tiene una obsesión terrible por las velas y suele gustarle seguir a los niños,allá a donde van por la casa, para saber donde guardan sus velas y de esa forma poder robarlas. No lo hace porque quiera luz o calor, es que antes las velas se hacían de sebo (Grasa animal) y por lo tanto, eran comestibles.
En Islandia, durante mucho tiempo, se usaron para la iluminación velas de sebo. La grasa de animal era un material fácil de conseguir y mucho mas barato que otros. Las velas de cera de abeja era carisimas, un lujo al alcance de unos pocos (Regalarle a un chica que te molaba unas velitas de cera de abeja era como regalarle una joya de oro con diamantes). Incluso las velas de espermaceti (Un tipo de grasa que se sacaba sobre todo de los Cachalotes, de una cavidad de la cabeza) eran raras de ver y caras, aun siendo un país donde la caza de la ballena era una práctica común, debido al Monopolio danés.
En Islandia, las velas de sebo generalmente eran de grasa de oveja, aunque en ocasiones podían ser vaca, o de caballo, siempre y cuando no se le pudiera dar otros usos, generalmente alimentarios. En algunas ocasiones, se podía reutilizar grasa de cocinar que ya no valiera para comer.
El problema de las velas de sebo es que al quemarlas daban un olor nauseabundo, debido a que el sebo tiene grandes concentraciones de glicerina, que al quemarse produce un olor horrible. Muchas velas quemándose a la vez podían hacer que un lugar cerrado fuera irrespirable. Las de espermaceti no tenían glicerina y como las de tuétano, daban una luz brillante y sin apenas humo, lo cual las hacia ideales para poner en iglesias, por ejemplo. Pero los islandeses en sus casas tenían que contentarse con la de sebo. Mientras, en algunas zonas de Europa, la de sebo estaban prohibidas por su mal olor o se limitaban a ciertos usos, como alumbrado público.
En caso de hambruna, las velas de sebo se podían comer. De hecho, como los islandeses aprovechaban todo de las ovejas, podían reutilizar alimentariamente muchas cosas, como por ejemplo los pergaminos. Al hacerlos de piel de oveja, se hervían para hacer sopa. Por suerte, los islandeses solían copiar antes los contenidos en otra parte y algunas obras que han llegado a nuestros días se ha descubierto que, en sus hoja hay varios textos superpuestos: Borraban unos y escribían otros. Pero gracias a la técnica de los rayos x se han descubierto obras y textos que se creían perdidos.
A día de hoy, como en otras partes, las velas se usan como decoración o a veces si son aromáticas para hacer un buen ambiente y perfumar, como la barritas de incienso. Ni en las iglesias se usan ya. Como en Islandia casi todas las casas son de madera o tienen mucha madera en ellas,el seguro de incendios es obligatorio cuando te la comprar, así como instalar ciertas medidas de seguridad, como extintores. Y dentro de las casas no se puede fumar por normativa, por lo que la gente que fuma tiene "zonas" preparadas para ello en la entrada, cerca del garaje, o si es un piso, en el balcón.
Bueno, con esta ultima historia, terminan las de los Jólasveinar. Espero que os hayan gustado.
Disfruté mucho de la serie de relatos sobre los Jólasveinar al igual que vengo haciendo con todos los relatos sobre los mitos, lugares y vida cotidiana de Islandia que vas sumando a tu blog, aunque yo haya llegado aquí, como la mayoría, por los wargames. Felicidades y un saludo desde Argentina.
ResponderEliminarMe alegra mucho saberlo. Luego pondré un post recopilatorio con las 13 entradas. Saludos y felices fiestas^^
EliminarCuriosas y amenas historias. Felices Fiestas.
ResponderEliminarMuy interesante!!
ResponderEliminarFelicidades por tu fantastico blog, me encanta tu trabajo!