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domingo, 4 de noviembre de 2018
Jólabókaflóð y el paraíso islandés de los libros en...peligro?
El otro día vi esta entrada de libropatas.com que colgó en su cuenta de Twitter R.R Lopéz (Saludos desde aquí) sobre el peligro que corre el paraíso literario islandés en buena parte por culpa de las nuevas tecnologías y mas concretamente por las ventas de Smartphones, por lo que se revela en esta noticia que ha salido aquí. Y apuntar, entre otras cosas, que una de sus primeras víctimas puede ser la Jólabókaflóð (Literalmente, "Inundación de libros en Navidad").
Antes, un poco de historía para situarnos.
Tradicionalmente, en Islandia, los libros son un bien y un regalo muy apreciado. Durante los inviernos, históricamente, salvo tareas de mantenimiento como reparar utiles de trabajo o tejer, no había muchas cosas que hacer sobre todo en las noches, por lo que los islandeses solían darse a la lectura. En algunas familias, el miembro más letrado, recogía las historias y tradiciones familiares, así como los origines de la propia familia. Esto solía ser plasmado por escrito en invierno y leído a la familia en veladas especiales, como por ejemplo en Navidad o solsticio de invierno, o equivalentes. También era costumbre el regalar biblias, nuevos testamentos y libros de corte religioso, que generalmente, los Séra (Que es como se llama aquí al Pastor, o sacerdote protestante) locales ayudaban a proveer, bien manufacturandolos, bien escribiendolos, bien distribuyendolos. Mas adelante, con el resurgir de la identidad nacional y el auge del nacionalismo islandés, se puso interes en la literatura, historia,etc del país y en los primeros Þorrablót, solía haber durante o tras la cena, lecturas de poesía, sagas, ensayos etc que algunas veces derivaban en tertulias y debates, que a su vez derivaban en recopilaciones, investigaciones o trabajos de grupo (Sobre todo en temas de arqueología y arte local).
Pero la Jólabókaflóð data de la Segunda Guerra Mundial. Cuando Dinamarca, que por aquel entonces era la metrópoli de Islandia (Islandia era una autonomía con rango de "reino" siendo su rey el de Dinamarca) fue invadida por los nazis, se disgrego de la Corona Danesa, pasando a ser un puesto de avanzada de los Aliados. Como en tiempos de guerra siempre hay estrictas restricciones y racionamientos en temas de productos y moneda, pero las referentes al papel importado eran más mucho mas suaves que en otros productos, por lo que los libros se convirtieron, por ejemplo, en un regalo de Navidad muy popular. Básicamente era el típico regalo "por defecto" (Como nosotros cuando no sabemos que regalar o simplemente queremos "cubrir expediente" y ya, regalamos pijamas, calcetines o corbatas.Pues aquí, libros). Eso impulso mucho la industrial editorial islandesa a todos los niveles, desde maquetadores a traductores o ilustraciones, pero sobre todo, impulsó la creatividad de los islandeses. Es por eso que, a día de hoy, al menos 7 de cada 10 islandeses tenga algo publicado y haya pueblos enteros cuya población, en su mayoría, tenga las actividades de corte artístico o literario como una ocupación remunerada, al menos durante parte del año (Por ejemplo, la localidad de Flateyri, en los Fiordos del Oeste).
Actualmente, es una tradición en forma de lanzamiento anual de libros nuevos, que se han producido en los meses previos a la Navidad, y que una vez terminada, se empieza de nuevo el proceso.
Tradicionalmente los libros recientemente publicados se enumeran en una compilación anual llamada Bókatíðindi (Más o menos se traduce"Noticias de libros") que se reparte de forma gratuita a todos los hogares, como un boletín informativo. Aunque es mas común a día de hoy recibir notificaciones en internet o en el móvil si eres socio de una biblioteca o librería (Como Eymundsson, la mas antigua y prestigiosa cadena de librerías del país)
A lo largo de esta "inundación" puede salir decenas de títulos nuevos y ha habido años que salen centenares.
Así que no es raro que vayas a una casa y te encuentres habitaciones con estanterías llenas de libros, tapizando las paredes.
Y algunas ediciones que salen no solo son excelentes en temas literarios, sino también de soporte y calidad física, a precios muy buenos. De hecho en Islandia, comprar libros sale económico.
Ahora bien y yendo a la entrada en cuestión (Os refresco la memoria: es esta), no estoy del todo en desacuerdo con ella, aunque no comparto el tono de alarma y además, considero que hay que matizar unas cuantas cosas.
Por un lado, hay que tener en cuenta de que el estudio, aunque se dice que es a nivel nacional, buena parte del muestreo (Si no todo directamente, quien sabe) se ha tomado en la zona de Reykjavik y área metropolitana, básicamente porque el porcentaje mayoritario de la población nacional reside en esa zona (De casi 350000 habitantes actualmente en Islandia, residen en Reykjavik o sus cercanías entre 125000 y 217000 personas, según si contamos solo el área urbana o la región de la capital, que incluye otras poblaciones, como por ejemplo Hafnarfjörður, que esta a solo a 10 km de la capital y que aporta 30000 habitantes a esa cifra general) y eso facilita mucho la tarea y seguimiento...pero también trampea un poco los datos.
Me explico.
Islandia en general, pero sobre todo Reykjavik en particular ha subido mucho su población a base de extranjeros (Como yo mismo) en los últimos años, por ser una zona socio-políticamente estable, abierta, tolerante, con posibilidades de ayudas e información, facilidades para integrarte y con muchas oportunidades laborales, sobre todo en la capital, que con el alcalde actual poniendo patas arriba la ciudad a base de obras, esta llegando mucha mano de obra para por ejemplo la construcción. Ademas, se están acogiendo refugiados de zonas en guerra como Siria (En mi pueblo hay tres familias, que suman algo mas una veintena de individuos. Son como el 8% de la población de aquí a día de hoy). Si sumamos a eso que hay grupos tan grandes e importantes como los polacos (Son entre el 4% y el 5% de la población total) o los tailandeses, que ha llevado a incluso sacar información, folletos, etc cuatro idiomas (Islandés, polaco, inglés y thai) y la gente de su paises se lleva sus idiosincrasias, podemos explicar datos tan llamativos como el aumento del un 7% al 13,5% del número de encuestados que no ha leído un solo libro en si vida.
Claro, no lo ha leído en islandés, porque no saben islandés, o no saben tanto como para ser lectores. Los hay que no leen, pero hay otros que leen mucho. En Ísafjörður, capital de los Fiordos del Oeste,la biblioteca local tiene una salita, con bladas y muebles acristalados hasta el techo cubriendo 3 de las cuatro paredes, repletas de libros en polaco (Y algunas ediciones muy chulas, por cierto). No una o dos estanterías de libros como pasa en otros idiomas, o simplemente un puñado de ejemplares. Una salita entera en la primera planta. Lógicamente, se prioriza leer en tu idioma o en uno que domines (Inglés, por ejemplo) que en uno que no sabes. Y si eso pasa en una zona remota como esta, imaginaros en la capital.
Ademas, si alguien ha estudiado en el sistema educativo islandés hasta antes de llegar a la universidad es imposible que no haya leído libros, fuera de los libros de texto quiero decir. Uno de los pilares educacionales islandeses es precisamente la lectura, por eso sus colegios e institutos tienen bibliotecas muy bien surtidas incluso en pueblos y facilidades para acceder a ellos, tanto niños como jóvenes. Y hasta las parroquias hacen talleres literarios y similares, porque la Iglesia Islandesa (Protestante) ha sido siempre la gran impulsora y mecenas de los libros. Donde yo vivo, el Séra esta haciendo talleres de lectura y debate de libros como El Señor de los Anillos, El Hobbit, Eragon o Harry Potter....
Pensemos que los inmigrantes no nacionalizados somos más del 10% de la población a día de hoy(10,6% a 1 de enero de 2017. Esa cifra a finales de este año habrá cambiado bastante. A día de hoy la elevan al 11,3% algunas fuentes, otros lo elevan al 13% y el 20% de la mano de obra en el país) y más del 60% vive en la capital.
También hay que tener en cuenta el cambio de hábitos de compra de los islandeses en la capital, provocado por las obras y el progresivo "enturistamiento" sobre todo de los distritos centrales, en especial el 102, 103 y 104 (Miðborg, Hlíðar y Laugardalur respectivamente), cosa que en ciertos sectores de los residentes no gusta nada. La zona centro se está llenando de hoteles, boutiques, restaurantes y tiendas de souvenirs, lo que a su vez está desplazando a los comercios tradicionales, que cierran o se tienen que mudar a otras zonas.
Sumando a esto, ya que estamos, las dificultades y agobios de moverse en zonas muchas veces repletas de gente, a pie o en coche en las partes no peatonalizadas.
Un ejemplo claro es Nexus, una tienda de la que he hablado montones de veces en el blog y que no solo es una tienda de frikadas y juegos, sino también una de las librerías más prestigiosas de todo el país, con fama internacional y que recibido premios por su calidad. En 5 años escasos que llevo viviendo aquí, han tenido que cambiar varias veces de ubicación: Primero de la céntrica Hverfisgata 103 a Nóatún 17, sacándola de la zona más céntrica para una zona un poco mas en el borde de la zona centrica. Y hace poco se han tenido que mudar de Nóatún 17 a Álfheimar 74 (Aun en el 104, pero siguen empujandolos). Primero les compraron el local para hacer un parking por orden del ayuntamiento y ahora les han hecho moverse porque van a convertir el bloque donde están en un hotel de cuatro estrellas.
Y no es el único caso. Me han comentado que Mál og Menning, que está en pleno centro, en Laugavegur 18 y que es una de las librerías más míticas de la capital, no las tiene todas consigo para seguir en su ubicación actual, porque tiene un local muy grande, de dos plantas, en la arteria principal de la ciudad, lo cual es muy jugoso.
Por no hablar de negocios más humildes. Incluso el Kolaportið (Flea Market o Mercado de las Pulgas. Como nuestro Rastro, pero a cubierto), donde no solo se compraban, vendían o cambiaban libros de segunda mano, sino también nuevos (Stock que quedaba colgado o desfasado de tiendas, pero nuevos a fin de cuentas), entre otras cosas, ha quedado muy tocado con las nuevas políticas municipales
Si a la gente le quitas los comercios céntricos tradicionales o los vuelves agobiantes y casi intransitables, eso no ayuda a las ventas en físico.
Rematemos con que siempre es muy socorrido echar la culpa a las nuevas tecnologías de los males de los soportes tradicionales, cuando igual lo que falla es que llevan casi 75 años con un modelo comercial interno que ha cambiado muy poco y muy focalizado en la producción en idioma nacional y dentro del país, lo que ha resultado ser muy rígido para los tiempos que corren.
Total, que si empezamos a sumar cosas, se ve que hay mucho que matizar. Libros se compran y se regalan mucho y no solo en Navidad, en formato físico y digital, de primera mano y de segunda (Ayer me regaló una vecina media docena, y esta semana he estado cambiando con unos del curro como si fueran cromos. Está, además el tema de los "Gefins" que es regalar o vender cosas a precios muy bajos, por múltiples motivos. Como en EEUU vaciar el garaje, pero a la islandesa), pero creo que más que estar en peligro el "paraíso de los libros", lo que está en peligro es, realmente, una forma de hacer las cosas que no ha cambiado gran cosa en tres cuartos de siglo. Lo que en mi opinión han de hacer es revisar el sistema actual y actualizarlo a los tiempos que corren. El sistema es muy bueno, creo yo, y muy beneficioso, pero se ha quedado rígido y un poco anticuado en algunas partes. Si no se toman a nivel nacional y local adecuadas, igual si puede estar en peligro. Pero, aunque raro en mi, soy optimista.
Yo estas navidades voy a comprar libros. La mayoría en inglés, cierto, pero voy a esforzarme con el islandés y me haré con algunos en este idioma, aunque sean muy simples.
Mi nivel no da para más.
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