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sábado, 23 de junio de 2018

El lado oscuro de las "Nammi": Los Experimentos de Vipeholm


Hoy es Sábado, o Laugardagur (El "día de lavar" o "del baño"). Tradicionalmente, era el día en que, tras una semana de duro e intenso trabajo en el campo o donde fuera, la gente se limpiaba a fondo, al tiempo que hacia la colada, etc. La limpieza que podia ser mas o menos superficial el resto de la semana dejaba paso a intensas sesiones de lavado general. Y claro, a algunos como a los niños esto no les solía gustar mucho, por lo que se les solían prometer por ejemplo dulces en compensación por lo el intenso "fregado corporal".
A día de hoy, el sábado es el día que se venden golosinas y chuches como gominolas y similares  (Llamadas "Nammi" en islandés) rebajadas al 50% de su precio habitual. En algunos casos muy concretos, al oferta es para el viernes y/o el sábado, pero no es común.
Por eso suele ser el día en que la gente aprovecha y compra a los niños chuches o los compra para si mismos, y así se los comen mientras por ejemplo, ven una peli de sobremesa o cosas así. Los islandeses son muy golosos y de media un islandés consume unos 20 kilos de chuches al año, pasando con holgura de las 6000 toneladas consumidas al año. Solo en chuches, la pasteleria y bolleria se cuenta aparte, así que la cifra aumenta aun mas.
Ahora bien, las "Nammi" son bastante mas caras que en España porque están sujetas a un elevado impuesto sobre el azúcar que se dedica a temas sanitarios y sobre todo para temas de dentistas. Es un impuesto que hace que una sola gominola suba su precio hasta un 300%, pero los sábados ese impuesto es reducido a un 65% (Fuente: Vísir.is). Por si fuera poco, hay campañas y guías orientadas generalmente a los niños sobre las cantidades recomendadas por edad y peso (Aunque luego la gente tiende a hacer un poco la vista gorda).
Total, por un día...

Las tiendas de chuches (Nammibuðin) no son tan habituales como en España (De hecho, las que he conocido son pocas y concentradas en la capital), pero a cambio los supermercados y cualquier tienda que venda comestibles (E incluso las que no venden nada comestibles como las ferreterías, por ejemplo) tienen su espacio para comprar bebidas, dulces y chuches, unos en bolsas ya preparadas y otros que los puedes coger a peso, que se suele llamar "Nammibar" ("Barra de chuches". Se usa la palabra tanto para definir las típicas barritas de dulce como el sitio o puesto donde te sirves tu mismo los dulces y los pesas). Los supermercados suelen tener secciones más amplias más la típica parte al lado de las cajas registradoras y algunos los tienen una sección generalmente colocada en el centro del establecimiento, que suele ocupar un pasillo entero o más. En las tiendas de las gasolineras suele haber pequeñas secciones separadas por tipo de chuche y puestas todas de seguido (Una parte todo gominolas, otra todo chocolatinas, una parte en bolsas ya preparadas, otra para hacer tu mismo, etc)
Hay mucha variedad, más incluso de la que he visto en ocasiones en España y hay algunos dulces exclusivos islandeses que no se suelen ver en otras partes. Algunos son mezclas rarísimas que gozan de mucha aceptación, como unos chupachups y helados que entre sus ingredientes principales tienen pimienta negra (!) y regaliz.


Esta costumbre no es ni mucho menos algo creado por los islandeses, y está bastante extendida por los paises escandinavos. Pero su origen esta mas concretamente en Suecia, surgida a mediados del siglo XX y que se conoce como el "Lördagsgodis" o "el caramelo de sábado". La idea era que, sobre todo los niños, en vez de comer dulces entre semana, concentrasen la ingesta en un solo día, aun siendo una ingesta mayor que la del resto días para de esa forma ayuda a controlar y combatir las enfermedades bucodentales, como la caries.
Lo que pasa es que esto surgió de unos experimentos anti-éticos con seres humanos. Los llamados "Experimentos de Vipeholm".

Durante décadas o incluso podríamos decir que siglos, el estudio de las enfermedades de la boca y los dientes era un estudio médico un tanto secundario y los estudios se centraban en otras cosas. Si se caen los dientes pues tomabas sopas o si tenias dinero te ponías dentaduras postizas que llegaban a ser más aparatos estéticos que algo práctico para ayuda a comer. Sin embargo, a primeros del siglo XX hubo una genuina preocupación e interes por el tema por ejemplo de la caries y cómo combatirla. En Escandinavia, por ejemplo, a primeros del siglo XX se constató que la higiene dental de la población eran muy pobre y en el año 1930 se hizo un estudio tan concienzudo, que le tema llegó al parlamento, que tras intensos debates, aprobó la necesidad de un estudio a fondo que  mostrase las causas de esos males y cómo combatirlos. De esa forma, en 1938 el Servicio Dental Nacional de Suecia fue fundado y la salud dental de la población se asumió como asunto de preocupación pública y nacional. .
Sin embargo, los años 30 fueron muy convulsos y las acciones se retrasaron aún más por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, en 1945, el comité médico sueco encargó la realización de un estudio en esa línea. Y para ese estudio se decidió utilizar a Vipeholm.

Ingresados en Vipeholm, fotografiados en la época de los experimentos

Vipeholm es una pequeña localidad a las afueras de Lund. En aquellos años se encontraban las instalaciones más grande del país para la atención de enfermos mentales y lo que llamaba "retrasados ineducables", como gente con Sindrome de Down. Dado que muchos los veían mas bien como una carga para los sociendad, se escogió esa instalaciones para el  mayor experimento científico jamás realizado con humanos hasta esa fecha en Suecia. En un primer momento, participan en el experimento tanto internos residentes como empleados del centro, pero pronto se descartó a los segundos porque no hacían especial caso a las indicaciones del experimento, mientras que los pacientes obedecían sin cuestionar.

En 1945 se hacían una pruebas para incluir compuestos vitamínicos en las comidas, unas pruebas aprobadas por el gobierno. Pero sin el conocimiento de las autoridades gubernamentales, en 1947 se cambió el experimento. Los investigadores decidieron, tras consultar al comité médico, comenzar a proporcionar azúcar en vez de vitaminas a los sujetos, para ver qué efecto tenía. A los residentes se les dividió en grupos y cada uno se le daba una dieta con un grado creciente de dulce con respecto al anterior. Se les daban cuatro comidas al dia y se revisaba cada semana su estado buco-dental. Así durante dos años.
Al inicio del experimento, los pacientes tenían un índice de caries anecdotico, pero tras el mismo, algunos (Sobre todo, los que recibieron dietas más ricas en azúcares) acabaron con la dentadura completamente destrozada. Se llegó a unos extremos realmente atroces, como dar a los sujetos unos caramelos parecidos a los toffees, diseñados para que les pegase el dulce al paladar y a los dientes y así el efecto fuera más seguro.
En 1949, las pruebas pararon y dieron a los sujetos una dieta rica en carbohidratos pero sin tanto dulce ni golosinas. Para entonces, medio centenar de los 660 sujetos del experimento ya no tenían dientes.

Vipeholm años 40.

Los investigadores proclamaron que científicamente hablando, el experimento había sido un gran éxito.
Pero ahí entró en juego la industria del dulce sueca.
La industria del dulce sueca había donado enormes cantidades de dinero y toneladas de chocolates y caramelos para subvencionar las pruebas. Cuando se supieron los resultados, que demostraban la correlación directa entre la caries y el consumo de dulces, montaron en cólera pensando que iba a ser malo para sus negocios. Así que, los investigadores, retrasaron la publicación de los resultados a nivel nacional durante cuatro años, hasta 1953. Cuando el estudio finalmente se publicó, estallo la polémica...porque se había retenido el artículo durante cuatro años y con ciertos datos, además, recortados.
El estudio se llama, en inglés The Vipeholm dental caries study: The effect of different levels of carbohydrate intake on caries activity in 436 individuals observed for five years Acta odontologica Scandinavica. Lo firman Gustafsson, BE; Quensel, CE; Lanke, LS; Lundqvist, C; Grahnen, H; Bonow, BE; Krasse, B.
Como se puede ver en el título, trampean los años de estudio y el número de sujetos.

Se acusó a los científicos implicados de ser unos "mercenarios" al servicio de la industria. Pero no se habló de la ética de los experimentos en sí, que recordaban a los experimentos de los nazis en los campos de concentración donde usaban a los prisioneros para probar medicinas, equipos de salvamento, equipo militar como paracaídas, armas, etc. como se hizo por ejemplo en Dachau.

Hoy en día, un comité investigador ético no aprobaría un estudio como el de Vipeholm. Pero en aquellos entonces, la ciencia y la necesidad de estudio eran la única premisa. Se consideraba que era por un bien mayor. A partir de mediados de los años 50 y cuando se supo más en profundidad lo que hacían los nazis en sus campos de concentración, se pasó a hablar de temas éticos, sobre todo cuando los demás países empezaron a mirar de reojo a Suecia, en especial por sus pasadas simpatías con el régimen de Adolf Hitler.

Este pobre hombre fue usado para probar arneses de paracaídas y estudiar lesiones cervicales y de espalda, y cómo evitarlas. Muchos acaban muertos directa o indirectamente por estas pruebas.
Sin embargo y por desgracia, los estudios que ponían en cuestión la ética de estos experimentos no aparecieron hasta los años noventa, unos 40 años después de la publicación de los resultados de los Experimentos de Vipeholm. Y hasta el 2000 defensor de los discapacitados suecos no denunció que los excesos cometidos durante el estudio no estaban justificados por sus resultados, que el "exitus acta probat" era inadmisible

A mediados de los 2000 Elin Bommenel, una historiadora y estudiante de doctorado en la Universidad de Linköping, hizo un estudio minucioso de los experimentos y publicó su disertación en  el año 2006. Se puede leer, una parte al menos, aquí. Ella es la primera investigadora que pudo obtener acceso a los documentos originales de los experimentos en Vipeholm. Los científicos estuvieron entre una gran disyuntiva, la ciencia o el cuidado humano, al tiempo de estar sometidos a terribles presiones tanto por el lado del gobierno (Que quería resultados) como por parte de las empresas del sector (Que querían resultados que no les dañarán económicamente).

A día de hoy, acceder a esa documentación es muy complicado, como lo es acceder a otros estudios y trabajos científicos que han realizado científicos y médicos suecos hasta fechas recientes, como la esterilización de gente con problemas mentales o retraso mental, o de minorías como los Sami (A los que se les niega el estatus de pueblo indígena y que durante décadas se trató de sub-humanos o menos inteligentes), llegando a hacer toda clase de experimentos y prácticas médicas que van desde lo moralmente reprobable a  lo que, a mi por lo menos, me parece aberrante.
En Suecia no gustan especialmente de hablar de estos temas y no son pocos los investigadores que se topa con trabas, legalismos enrevesados o directamente el sabotaje, como le pasó a Kit por dos ocasiones haciendo un trabajo sobre los Samis o a una amiga nuestra que es dentista sobre este preciso tema. Hasta yo las tuve cuando investigue la leyenda negra de los juegos de rol en Suecia, llegando a ser insultado y amenazado por miembros de la comunidad de aficionados suecos.

Hay quien dice que los suecos cultivan de si mismos y hacia el mundo una imagen de país avanzado, abierto, tolerante, civilizado,...pero que cuando salen estos episodios a la luz suelen cerrarse en banda, desviar a la atención o sencillamente ponerse en plan "no metas las narices donde no te llaman". Y por experiencias propias, doy fe de ello.

Hoy es sábado, laugardagur y puedo bajarme a la tienda de mi pueblo a pillarme una bolsa grande de "Nammi" por el precio que normalmente me compro una bolsita mas pequeña. Pero creo que no lo voy a hacer. No por el tema de la caries, que mi dentadura dista mucho de ser ideal, sino porque al ver los orígenes de esta dulce costumbre...se me han quitado las ganas.
Mejor me pillo unas manzanas.

Son más...sanas.

1 comentario:

  1. Pues sí, ciencia un tando del Reich... Pero el azúcar, como el alcohol y el tabaco, es un veneno autorizado.

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